Marco Teórico


MARCO TEÓRICO
Unos de los aspectos, que han caracterizado al siglo XX es su amplio, veloz y profundo desarrollo científico y técnico y, al mismo tiempo, su incapacidad de hacer de la ciencia parte del dominio público; por una parte, a causa de su amplitud y, por otra, por el lenguaje, forma, métodos, que se emplearon para llevar a cabo dicha difusión.
En México la difusión de la ciencia durante el siglo XX la realizaron principalmente los científicos, gratuitamente, por medio de conferencias, artículos, libros, programas de radio, de televisión, etc.; partiendo, principalmente, de sus intereses y valiéndose del lenguaje científico que les era propio. Dichos aspectos permitieron, por una parte, que la comunidad científica fuera reconocida socialmente por su nivel de especialización y, por otra, que no lograse los resultados que esperaba en la divulgación de la ciencia, al no ser comprendidos plenamente por sus interlocutores fuera del ámbito científico (Estrada, 1992).
Es interesante observar que a principios del siglo XXI se sigue reconociendo la dificultades de la divulgación de la ciencia, pero de una forma más consciente; ahora se habla de “alfabetización científica” y se reconoce que ésta es parte del quehacer científico y que no se limita solamente al aspecto lingüístico, sino que abarca aspectos antropológicos, éticos, matemáticos, entre otros y que el objetivo es llegar a formar una conciencia científica colectiva en la sociedad (Calvo, 2002); posee, además, diversos objetivos que van desde informar al público de los avances en ciencia y tecnología, explicar sus metodologías, ubicar el contexto político, social, económico, cultural en el que surge... hasta promover la vocación científica entre niños y jóvenes. (Olmedo, 2011).
Cada vez más se reconoce el derecho de la población a estar informada de las novedades científicas y técnicas, como parte de su desarrollo cultural; de aquí la importancia y necesidad de la divulgación científica y técnica. Entendiendo “difusión de la ciencia” como el paso de un contexto y lenguaje comunicativo especializado a otros contextos y lenguajes heterogéneos, con intereses diversos a los científicos y de forma masiva (Cassany, 2003). Nótese que con esta conceptualización del término “difusión del conocimiento” se le dota de una carga intencional abierta hacia una comunidad no necesariamente científica (Gómez y Cordero, 2010).
Actualmente se han hecho valoraciones de la difusión de las matemáticas a partir del enfoque socioepistemológico, que es una teoría científica de la matemática educativa que trata de explicar el conocimiento matemático a partir de su construcción social. Aquí se va a valorar el aprendizaje de las matemáticas en cuanto que se da en un contexto específico, con una significación comunitaria, social, compartida; sin limitarse únicamente al aula. Esta teoría es propuesta por Cantoral (1990 citado por Cantoral, Reyes-Gasperini y Montiel, 2014).
Dentro de las ciencias, las matemáticas han estado experimentado un resurgimiento desde finales del siglo XIX hasta el período presente: se ha estado asistiendo a un “momento histórico” de las matemáticas. No obstante su antigüedad, su grado de abstracción y complejidad ha estado realizando aportaciones significativas en el campo científico y social. El siglo XX empezó a experimentar el auge de las matemáticas aplicadas y su globalización; aspectos que van a sentar las bases para que en siglo XXI se asista a la matematización de las ciencias sociales y de las ciencias de la vida (Zuazúa, 2007).
La propuesta, de nuestra investigación, de evaluar el grado de conocimiento a nivel popular de los principales avances matemáticos del siglo XX parte de la hipótesis de que en este periodo no se le dio la suficiente difusión a los descubrimientos matemáticos; no obstante que el siglo XX fue un periodo histórico que desarrolló más matemáticos que todos los siglos anteriores juntos y en el que se desarrollaron grandes avances en la ciencia de las matemáticas (López, 2007).
Al hablar de conocimiento de las matemáticas, por ser un “conocimiento de”: que surge de las matemáticas; se podrá entender de dos formas, a saber: en cuanto objeto de estudio, como ciencia en sí, y en cuanto a prácticas de referencia. Así la primera se encuadrará en el aspecto netamente científico en cuanto tal y la segunda hará referencia a su expresión funcional, es decir, en cuanto al uso del conocimiento matemático (Gómez y Cordero, 2010). Como es de suponerse, ambos aspectos son susceptibles de ser dimensionados en la forma en que afectan al sujeto.
El sujeto, del actual estudio, pertenecerá a la población no científica. Población que no posee conocimientos especializados, científicos de las matemáticas, que dentro del presente estudio se le califica con el adjetivo “popular”. No obstante, se valorarán en dicha población los dos tipos de conocimientos, el científico y el funcional.
Para la obtención de datos de campo de la presente investigación se diseñarán dos instrumentos: una encuesta escrita y una entrevista. La primera medirá los aspectos de conocimientos científicos de las matemáticas y la segunda los funcionales; se pedirá que respondan ambos instrumentos a cada sujeto de la población.
En cuanto a la edad del sujeto de la población será de 25 años en adelante; dado que a partir de esta edad, la edad adulta, el individuo ha llegado a la madurez, a la plenitud de las funciones intelectuales; en cuanto al contexto vital, generalmente ya cuenta con un trabajo, posiblemente ya ha formado una familia (Mansilla, 2000); en cuanto al género, se buscará que la mitad de la población sean mujeres y la otra mitad hombres.
 Para el desarrollo de la fundamentación teórica de los instrumentos de investigación de campo se desarrollarán en el primer capítulo los principales avances del campo matemático en el siglo XX y en el segundo se presentará en líneas generales el contexto en el cual se desarrollaron.
Por último, respecto a la periodización del estudio de las matemáticas en el siglo XX, hacemos nuestra la aclaración den Atiyah (2002), que sostiene que el desarrollo matemático no puede limitarse a esquemas rígidos temporales, puesto que varios de los avances en matemáticas inician en el siglo XIX y se concluyen en el XX; siguiendo esta lógica, podemos afirmar que algunas investigaciones empezaron hacia los 90s y siguen su desarrollo en el siglo XXI.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Atiyah, M. (2002). Las matemáticas en el siglo XX. Números 50, 35-57. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2309072
Cantoral, R., Reyes-Gasperini, D. & Montiel, G. (octubre 2014). Socioepistemolgía, matemáticas y realidad. Revista Latinoamericana de Etnomatemática, 7(3), 91-116. Disponible en: http://www.redalyc.org/pdf/2740/274032530006.pdf
Calvo, M. (junio, 2002). ¿Popularización de la ciencia o alfabetización científica? Revista Ciencias (66), 100-105. http://www.revistaciencias.unam.mx/images/stories/Articles/66/CNS06611.pdf
Cassany, D. (2003). Análisis de la divulgación científica: modelo teórico y estrategias divulgativas. En: Texto, lingüística y cultura. IV Congreso de la Sociedad Chilena de Lingüística. Chile, Osorno: Editorial Universidad de los Lagos. https://repositori.upf.edu/bitstream/handle/10230/22471/Cassany_textlingycult.pdf?sequence=1
Estrada, L. (1992). La divulgación de la ciencia. Revista Ciencias (27), 67-76. Disponible en: http://www.revistaciencias.unam.mx/images/stories/Articles/27/CNS02713.pdf
Gómez, K.M. & Cordero, F. (2010). Los procesos de difusión del conocimiento matemático en el cotidiano. Un estudio socioepistemológico. Acta Latinoamericana de Matemática Educativa 23, 919-927. Disponible en:  http://funes.uniandes.edu.co/4721/1/GómezLosprocesosALME2010.pdf
López, M. (2007). Algunos descubrimientos matemáticos del siglo XX. Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Física y Naturales,  101(2), 285-305. Disponible en: http://www.rac.es/ficheros/doc/00545.pdf
Mansilla, M.E. (diciembre 2000). Etapas del desarrollo humano. Revista de investigación en psicología 3(2), 106-116. Disponible en: http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/investigacion_psicologia/v03_n2/pdf/a08v3n2.pdf
Olmedo, J.C. (2011). Educación y divulgación de la ciencia: tendiendo puentes hacia la alfabetización científica. Revista Eureka sobre Enseñanza y Divulgación de las Ciencias, 8(2), 137-148. Disponible en: http://www.redalyc.org/html/920/92017189001/
Zuazúa, E. (2007). El momento de las matemáticas. Sigma: Revista de metamatemáticas (31), 125-132. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2532753

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